El fútbol que viene
Nuevos modelos de consumo y la incidencia de la tecnología cambiarán el fútbol para las próximas generaciones
La semana pasada ocurrió algo muy poco habitual: se habló mucho de fútbol fuera de la sección de deportes de los informativos. El bombazo de la Superliga Europea de Florentino Pérez, desató todo un terremoto mediático, cuyas réplicas aún se seguirán notando durante quién sabe cuánto tiempo.
La Superliga (al menos, de momento) no saldrá para delante, pero las razones que llevaron a los clubes fundadores a proponerla no van a desaparecer de la noche a la mañana. Y, entre ellas, hay una que me llamó especialmente la atención: Florentino Pérez afirmó que las generaciones más jóvenes ya no ven fútbol, no al menos con el mismo patrón de consumo que tenemos nosotros.
¿Significa esto que el fútbol está condenado a desaparecer? ¿Qué cambios podemos esperar en el deporte rey durante las próximas décadas? Realmente, el fútbol de hoy ya ha cambiado bastante respecto al de hace unos 10 o 15 años, y no sólo para adaptarse a un nuevo consumidor, sino también por la influencia de la tecnología. Tanto si eres futbolero, como si no, seguramente te interese conocer la forma en la que ambos factores (hábitos de consumo y tecnología) influyen en la evolución de este deporte. Así que, prepárate, que arranca el partido.
¿Verán fútbol nuestros hijos?
A priori, la afirmación de que los jóvenes cada vez menos fútbol llama bastante la atención. Al menos, la percepción subjetiva no invita a pensar que esto sea cierto, la mayoría de los niños siguen queriendo ser futbolistas cuando sean mayores (en realidad, un 25% de niños y un 7% de niñas) y los jóvenes continúan idolatrando a sus estrellas deportivas, que hacen entrevistas con Ibai de vez en cuando.
Tratando de encontrar datos más precisos al respecto, vemos, en las gráficas siguientes que los fans del deporte se distribuyen entre los grupos de edad de un modo bastante similar a la población general.
Con base en estos números, si tomamos como ejemplo España, tenemos que el 8’10% de los fans del deporte tienen entre 18 y 24 años, mientras el porcentaje de población general en dicha franja es del 7’13%. Dicho de otro modo, y comparándolo con otros grupos de edad, en nuestro país es ligeramente más probable que el fútbol le guste a una persona de menos de 35 años que a otra de entre 35 y 54.
¿Significa eso que Florentino Pérez no tiene razón? Sólo en parte. Que exista un interés es un primer paso fundamental, pero lo que realmente necesita la industria del fútbol es que ese interés se cristalice en ver partidos, y quizás eso no sea tan inmediato. Hace 20 años, el fútbol competía con otros deportes y con otros programas de televisión, estudiar y encontrar las audiencias era relativamente sencillo. Hoy por hoy, el fútbol compite con cualquier otra cosa que acapare el tiempo de sus potenciales espectadores, ya no son sólo el resto de los programas de la parrilla, sino también redes sociales o plataformas de streaming. Y aquí es donde el salto generacional se vuelve más interesante.
En un estudio publicado por Deloitte este mismo mes, se reflejaba cómo el consumo de televisión ha perdido terreno generación tras generación frente al consumo de redes sociales. Por no hablar las plataformas de streaming, donde Twitch, un servicio en el que tres cuartas partes de los usuarios no pasan de los 25 años, continúa creciendo año tras año (en 2020 las horas de visualización en la plataforma aumentaron un 31%).
En conclusión: a los jóvenes les sigue interesando ver el fútbol, pero no tanto ver la tele. Si estos hábitos de consumo continúan con esta tendencia, quizás las retrasmisiones deportivas se vayan pareciendo cada vez más a las que se encuentran en los eSports.
Si será necesario o no acortar los partidos, como sugería también Florentino, para adecuarse a esta audiencia, es más difícil de adivinar. Quién sabe, quizás baste con tener un chat en la pantalla y a un locutor que atraiga a los jóvenes, para que nuestros hijos sigan viendo el fútbol.
¿Cómo cambiará el deporte en las próximas décadas?
A lo largo de las últimas décadas, todos los deportes han ido integrando tecnología en mayor o menor medida. En ocasiones, para mejorar las retrasmisiones; otras veces, los arbitrajes, o la forma de entrenar, o la seguridad en la competición. Hay casos en los que la tecnología es una parte troncal del propio deporte, como en la Formula 1, pero el fútbol siempre había parecido más bien uno de los grandes rezagados en la incorporación de innovaciones tecnológicas.
Esta interesante web de una consultora británica, Hire Intelligence, da un rápido paseo por la historia de la tecnología en distintos deportes. En el fútbol, esto se resume en el uso del vídeo arbitraje, la tecnología de línea de meta y mejoras en la retransmisión.
Y también, por supuesto, en las formas de entrenar. Ahora, hasta el corredor más amateur sale a hacer sus tiradas con pulsímetro y GPS… imaginaos un jugador profesional. La analítica forma parte de los entrenamientos, y para ello hay que recoger datos. En esta sorprendente entrevista del podcast Kaizen, Oriol Romeu (ex jugador, entre otros clubes, del FC Barcelona), menciona cómo también se apoya en coachs y analistas para reforzar sus métodos de entrenamiento, apoyándose en datos. La profesionalización del deporte no parece tener techo.
La última vuelta de tuerca la tenemos con la renovación de De Bruyne, el centrocampista del Manchester City, que se selló con el apoyo de un equipo de analistas de datos. En lugar de un agente, el jugador belga contó con un equipo que le ayudó a tomar la decisión de seguir en el club (proyectando las opciones que tendría de éxitos futuros), además de mostrar su valor e incluso fijar un precio a su renovación (con comparativas de mercado y demostrando analíticamente la importancia de su incidencia en el juego).
RESUMIENDO
No me atrevo a adivinar si veremos o no la Superliga Europea proyectada por el presidente del Real Madrid, pero sí creo que el fútbol seguirá cambiando, igual que cualquier disciplina. Cambiará la forma de entrenar, cambiará el arbitraje y hasta cambiarán las relaciones de los jugadores con sus clubes… pero lo que, a juzgar por el nivel de interés que aún despierta, parece seguro es que las nuevas generaciones seguirán queriendo ver fútbol dentro de 20 años, y, por ello, es inevitable que también cambie la forma de consumirlo para no perderlas. Igual que cualquier modelo de negocio.
Autor: Raúl Melgosa García
🔗 Fuentes:
https://mediakix.com/blog/top-twitch-statistics-live-streaming-game-platform/
https://thetimeshub.in/de-bruyne-used-big-data-to-calculate-renewal-with-city/19243/